Libros para seguir creciendo.
Mención Especial Categoría Escuelas
Daniela Andrea Faisal Castro
Centro Educativo Terapéutico Mi Senda
Tres de Febrero, Caseros, Buenos Aires
Libros para seguir creciendo es un proyecto que se desarrolla en el Centro Educativo Terapéutico Mi Senda, donde concurren chicos y adolescentes con distintas discapacidades mentales. Algunos, además, tienen cegueras o sorderas parciales y/o limitaciones motrices. Su propósito es que los libros crezcan en diversidad y calidad, recorran diferentes espacios en distintos momentos del día, favorezcan el encuentro con otros lectores y levanten un vuelo lúdico y creativo.
La experiencia propone libros, palabras que jueguen, cuenten, canten, imaginen y transformen partiendo de las posibilidades de cada chico y buscando correr la barrera de los límites un poco más allá.
Desde su creación en 2016, el proyecto ha planteado distintos objetivos que se fueron trabajando a lo largo del recorrido. Algunos de ellos: ofrecer distintos espacios y momentos para el acercamiento y la exploración de libros, para las lecturas, la conversación y el disfrute de la literatura, a fin de que cada chico reconozca, valore y profundice su propio camino lector. Poner el cuerpo en juego, jugarse a las lecturas de la vida, leer con todos los sentidos, yendo más allá de las limitaciones y compartiendo experiencias significativas en torno a la palabra poética y narrativa. Generar un espacio lúdico y creativo que habilite el despliegue de la sensibilidad, la producción artística y que favorezca la expresión. Proponer un trabajo grupal y colaborativo, promoviendo la escucha, la circulación de la palabra, el reconocimiento y valoración de las diferencias y la solidaridad. Estar atentos a los procesos y dinámicas grupales, a fin de favorecer un clima de trabajo alegre, flexible y creativo, donde las distintas experiencias, al ser compartidas, enriquecen a los otros.
A partir de estos objetivos y del trabajo que se viene haciendo desde sus comienzos, la biblioteca fue creciendo en diversidad y calidad, los libros empezaron a circular, a ser leídos por fuera de los espacios del proyecto, a ser pedidos por chicos y buscados por profesores y responsables de grupos. Los más grandes pintaron cajones de fruta para que los libros pudieran recorrer el CET. Se generaron espacios lectores en el patio, para todos los grupos, como propuesta de actividad integrada. Los más chicos empezaron a buscar sus libros favoritos para mirarlos y leerlos solos, pero también a la espera de que alguien lea con ellos y juegue o converse a partir de alguna de sus historias y personajes más queridos. Se realizó, por iniciativa de una de las profesoras de Gimnasia, una obra de teatro de sombras de El topito que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza, uno de los libros más queridos en todo el CET.
Este año ya se realizó la nueva compra de libros de literatura y se comenzó un trabajo conjunto con la Biblioteca del barrio.